02 agosto 2007

Historias traducidas

Desde que era pequeña, le gustaba hacer flanes. Todos decían que se le daba muy bien. Por eso, se ganó el sobrenombre de Flancito. Se aprendía las recetas de memoria, no le gustaba anotarlas en una libreta. Muchos se las pedían y ella las daba, pero advirtiendo "No te desanimes si te sale mal e inténtalo de nuevo".

Cuando creció, se metió a prostituta y sus talentos eran bien conocidos en su ciudad. Cuando algún graciosillo preguntaba "¿Sabes hacer el amor bien rico, Flancito? Ella respondía con una sonrisa "Puedo intentarlo, mi rey"

Cuando consiguió ahorrar algo de dinero, se hizo pastelera. Alquiló una tiendecita y puso una placa: "La reina del Flan" Cuando algún graciosillo le preguntaba: "¿Sabes hacer el flan bien rico?", ella respondía sonriendo: "Puedo intentarlo, mi rey"
Cuando alguien intentaba saber el por qué de esa respuesta, ella respondía: "Tenemos recetas para todo: para hacer el amor, para hacer dulces... Cuando nos ponemos con ello, a veces sale bien y a veces no tanto. Usamos los mismos ingredientes, hacemos todas las cosas igual, y aún así no funciona. Intentamos seguir cada uno de los pasos, y no se consigue. Para hacer esta receta, es necesario usar huevos, pero los que usé hoy no se podrán usar mañana. Ayer llovía y hoy hace sol. Ayer tenía tiempo y hoy tengo prisa. Tenemos recetas para hacer el amor y para hacer dulces, pero nunca se sabe si saldrá rico. ¡Pero se puede intentar, mi rey, se puede intentar!
Traducción del original de Lenise Resendo "Pudizinho"

3 comentarios:

Absurdo Rutinario dijo...

Cuanta razón hay en este cuento y su moraleja.

Me ha sabido a Agridulce. Como en los chinos.

Besos

la cónica dijo...

A veces los bizcochos no suben, Bea. O está mal la receta o algo pasa. Se puede intentar, sí, pero a veces puede el desánimo.

Bea dijo...

629, hay flanes agridulces en el chino?? ;)

La cónica, que no te pueda el desánimo. Hay que intentarlo siempre. Besos dulces, como el flan.