16 septiembre 2006

Hormonas


Después de volver de Granada a la cruda realidad de mi hogar, me he encontrado aún mas aburrida que antes. Mi mejor amiga, la única con la que puedo quedar cuando quiera y sentirme a gusto, se ha marchado a ver a su amor una semana y... ¿qué hago yo aquí sola todos estos días?
Hoy ha sido el primero de su ausencia y ya me subo por las paredes. Pensé en llamar al resto del grupo, pero la verdad es que no me apetece oir criticar a la gente durante 3 horas (sobre todo porque a veces no sé de quién hablan) ni tener que ir a los mismos sitios de siempre a tomarme una copa y a la 1 pa casa (casi como la cenicienta) porque todos están muy cansados a esa hora para salir un rato más, así que deseché esa idea. Intenté ocupar mi tiempo en cosas varias como limpiar, leer, hacer la comida, ver la tele... pero aun así, tenía la mitad del día libre. Así que decidí hacer limpieza en el ordenador y acabé entrado en un chat, cosa que no suelo hacer, pero el aburrimiento nos lleva a hacer cosas inesperadas.
Después de un rato hablando con gente que siempre preguntaba lo mismo, y cuando estaba a punto de desconectar, me habló un chico que, por sus ocurrencias y como guiaba la conversación, me resultó diferente. Estuvimos hablando un rato en el chat (como una hora) y luego me pidió mi messenger para hablar un rato. Se lo dí, no tenía nada que perder, si después resulta ser un imbécil con eliminarlo tengo suficiente. Seguimos hablando otro rato más, de nuestras vidas, de las experiencias pasadas, de los viajes... y de repente, empezamos a hablar de sexo. No sé cómo ni por qué, pero estuvimos hablando de sexo durante 2 horas... al principio era algo más sutil, tipo sitios raros donde lo habíamos hecho, pero al final acabó siendo una conversación bastante subidita de tono. Creo que nunca había hablado con un extraño de esas cosas, pero, con la revolución de hormonas que hay mi cuerpo (vamos, un calentón!) estos días, me resultó agradable hacerlo y.... hasta me entraron ganas de ir a donde vive él para hacer realidad nuestra conversación. Parece ser que al chico también le entraron ganas y me lo propuso (yo no le había dicho nada de eso). Por un lado me apetece, pero hay un pequeño problema: vive a unas 7horas en coche de aquí. Y otro pequeño problema: ¿qué pasa si nos vemos y no nos gustamos? (nos hemos visto en fotos, pero ya se sabe que son engañosas...) y ¿qué pasa si es un psicópata? y ¿qué pasa si no es nada de lo anterior, nos gustamos y, con su parla y su buen hacer en la cama, me quedo pillada de él y él sólo quiere sexo?
Y, ¿qué pasa si no me lo pienso más y lo hago?
Nunca me había parado a pensar en lo poderosas que son las hormonas...

11 comentarios:

_Diego111_ dijo...

De verdad te vas a recorrer media península para eso¿? Aquí algo falla rapacita!
Bess!

Bea dijo...

Fallo yo, diego, fallo yo :P
Besitos y gracias

_Diego111_ dijo...

No es que falles, es que no saben "usarte" (en el buen sentido de la palabra)
Bess! ;)

Anónimo dijo...

Uuuuf, yo reconozco que para esas cosas soy algo echada para atrás. Internet es algo peligrosín. No quiero desanimarte, ¿eh? Eso que vaya por delante, pero yo no creo que llevase la cosa adelante, a no ser que siguiésemos escribiéndonos, conociéndonos y demás y de una forma más calmada. Claro que para entonces ya se te habría pasado el calentón. AAJAJAJAAAAAAAAA

No sé, estoy con Diego, para eso no creo que necesites recorrer media península. Si tú eres un encanto, es más cuestión de bloqueo, me parece a mí.

En fin, ya nos contarás, que a mí me has dejado intrigadilla.

Ayyy, estas hormonas... ¡son lo peor! XDDDDDD

Bea dijo...

Jejeje... es que los calentones son muy malos, Pily y Diego. De momento seguimos hablando, pero más calmados. Él me ha propuesto ir a una ciudad intermedia a vernos, pero no sé que haré. Sin las hormonas tan revolucionadas, me lo toi pensando mejor :P
Besitos a los dos

_Diego111_ dijo...

Es lo que tiene pensar con la cabeza fria.
¡No te fies siempre de los instintos!
Si apareces por la capital (ciudad intermedia)
paga unas cañitas!

Bess!

Bea dijo...

A veces hay que dejarse llevar por los instintos, solo hay que saber cuándo :P
La capital no es una ciudad intermedia en el camino, pero si paso (que a veces suelo hacerlo) prometo pagar esas cañitas ;)
Besotes

Anónimo dijo...

Bueno, bueno, pues ya nos contarás qué sucede al final ;-) (ay, y que luego digas que te aburres :-P)

Bea dijo...

Jajaja, Pily, ya te contaré, pero precisamente porque me aburro me pasan estas cosas :P
Besotes wapa

Anónimo dijo...

Jo, pues a mí no. ¿?

Ah, claro, que yo no me aburro, como me tiro todo el santo día en la parra. AAJAJAJAAAAA

Besoooooos!!

Aldara dijo...

Ups, creo que llego un poco tarde para aconsejar, pero muy a tiempo de morirme de curiosidad: ¿ya os habéis conocido? En el sentido bíblico, y en el otro, je je.
Un besote. Ya me contarás