04 noviembre 2007

Tarde

Creo que llevo ya muchos meses engañándome. Quería convencerme de que ya no tenía sentido su sufrimiento, que tenía que acabar, que había sido un alivio, que era lo mejor, que no había necesidad de decir te quiero, que no había la necesidad de despedirse, que se acabarían algunos problemas, que era lo suficientemente fuerte como para superarlo y tratar de volver a la normalidad.
Engaño. Un gran engaño que he intentado tapar con trabajo, con viajes, con otras distracciones sin importancia. Pero ahora entiendo que no quería que acabase, que no ha sido ningún alivio, que no es lo mejor, que sí debería haber dicho te quiero aunque significase una despedida, que no soy tan fuerte y que ya no habrá nunca más una normalidad.
Y lo entiendo porque su pensamiento me asaltaba en cualquier momento, en cualquier sueño, en cualquier rincón; porque ya tenía que dejar de esconderme, porque llegaba el momento de afrontar la realidad. Pero ya no hay vuelta atrás ni lugar para el arrepentimiento. Es tarde para eso. Es muy tarde para sentir pena.
Es demasiado tarde.

2 comentarios:

la cónica dijo...

It's never too late.

Pensar en él, espero que recuerdes cada vez más momentos buenos, y menos el final. Que cuando te asalten esos pensamientos sea para hacerte sonreír.

Sí es tarde para darle vueltas a la despedida. Mo le dijiste te quiero, posiblemene él no te dijo gracias. Él sabía que tú le querías, y tú que aunque protestara, estaba agradecido. Y eso es importante.

Entiendo de todas formas que te hubiera gustado ser más explícita. Soy muy cariñosa con mi padre, en público y en privado. Sobre todo porque hubo un día en que podíamos no habernos visto más, y no me despedí de él como debía. Así que le digo mucho que le quiero, le beso, le abrazo, es una segunda oportunidad. Pero no creo que él piense que ahora le quiero más.

Un abrazo, Bea. Trabajo, viajes, distracciones son parte de la vida, y tú estás viviendo. Disfruta. Yo creo que es la mejor manera de decirle que le quieres. Mi padre al menos se siente más feliz cuando ve que no paro que cuando me cuelgo de su cuello.

Mr Postman te llevará una cartita de nada. Quise hacerte un regalo pero no encontré lo que buscaba. Seguiré buscando.

Muaks

Absurdo Rutinario dijo...

La normalidad es como una casa. Hay que construirla para poder habitarla. Y nosotros ponemos los muros y el interior. A veces se nos rompe una puerta, pero siempre podemos tirar un tabique para crear un nuevo espacio.

Mr. Postman va cargado. De muchas cosas que quieres. Espero que también un poco de alegría Hispánica.