30 noviembre 2007

Es en esta hora, con una luna vertical y silenciosa, cuando la espalda tensa, pesada y dolorida se hace sentir, cuando los ojos vidriosos no se mantienen cerrados, cuando el estómago empieza a murmurar, cuando los pies duelen y están fríos; es justo en esta hora cuando la mente empieza la batalla con el corazón. Es en este punto, cuando nuestro pensamiento tiene tantas cosas que atender, que el corazón pega y ataca. No importa que hoy se sienta silencioso, tenso, pesado, dolorido y frío. No importa que hoy tenga la razón nuestra razón. Siempre gana él. Y no deja descansar ni a la razón ni al alma.

24 noviembre 2007

Atrapada

Las sábanas y calidez de mi cama me atrapan. Me atrapan igual que el brillo de sus ojos y el calor de sus manos. Y no quiero salir, ni de la cama ni de su calor.
Hoy me quedo aquí, hoy me quedo allí.

21 noviembre 2007

Ojos grises

Es miércoles, muy temprano. Me asomo a la ventana y todo está cubierto con esa capa gris que amenaza desde hace días con reventar y empaparlo todo. El suelo sigue con su disfraz de otoño, aunque ya empiezan a romperse los hilos marrones y amarillos y dejan ver lo gris del asfalto. Gris.
Me deshago de la mala gana, de lo agarrotado de mi espalda y dejo el último sueño en la almohada para salir camino hacia el autobús. En el camino sólo me cruzo con un par de obreros en la hora del descanso, mordisqueando un bocadillo gigante bajo el gris del cielo, con la ropa y la cara grises del trabajo. Más y más gris en el autobús, donde la gente parece no tener lengua, ni boca con la que hablar ni ojos con los que ver el mundo.
En el trabajo vuelvo a servirle la misma bebida y la misma comida a ese alto ejecutivo, con su traje gris y su stress gris que le hace olvidarse del cumpleaños de su hija y de la promesa a su mujer: un trío de gris desilusión.
Tras esto, 8 horas largas y grises, llenas de vasos, copas y botellas.
A la vuelta esperaba cruzarme con el señor que siempre lleva un clavel rojo en la solapa y una sonrisa blanca y deslumbrante, que rompe el gris habitual con su saludo al conductor, pero no fue así. Pensé que quizá hubiera perdido el autobús, pero puede ser que hoy haya pasado desapercibido para mí: el espejo me revela que tengo los ojos grises.

19 noviembre 2007

Desde la nevera con amor...

Esto es lo que pudimos ver durante el día de ayer en las Midlands: primero lluvia y luego nieve.
Lo positivo de esta situación es que no he tenido que ir a trabajar y que pude comprobar que a los ingleses, en ciertos momentos, también les corre sangre por la venas: salieron del calor de sus casas y la comodidad de sus salones sin cortinas, dejaron su sofá y su tele y se lanzaron a las frías calles a jugar con ella, a tirarse bolas y a intentar hacer muñequitos... no solo les mueve el rugby y el fútbol, las primeras nieves del año también les emocionan.

17 noviembre 2007

La vita é bella XXI


581. Volver a tener momentos para la Vita é bella
582. Estar en Lichfield 3 semanas y sobrevivir
583. Bill, mi profe de inglés
584. El libro que me regaló Bill de Beatrix Potter ;)
585. Un poco de tiempo para pensar
586. Aceptar ciertas cosas y aprender de ellas
587. La ilusión de lo que está por venir
588. Ver la trampa después de caer en ella (malo hubiera sido ni siquiera verla)
589. Los compañeros del hotel (que no el hotel)
590. Mi nueva host family
591. Mi habitación, aun estando desordenada
592. Los reencuentros
593. La Bonfire night y los fuegos artificiales
594. No ir a trabajar para irme de viaje
595. Nottigham y Robin Hood
596. Volver a Lichfield y ver la Catedral por fin
597. Liverpool y The Beatles
598. Londres y Peter Pan
599. El London Eye (totalmente recomendado)
600. Fotos, fotos, fotos
601. Pig daddy
602. Las vistas desde el Tate
603. Inundaciones bajo el sol
604. El que madruga... ve a la Reina de Inglaterra
605. Los chicles de menta
606. Las estatuas vivientes
607. La multirespuesta de ¿con quién has viajado?
608. Señal GPS demasiado débil
609. Los mapas incomprensibles
610. Encontrar, al fin, el norte
611. No pasar frio
612. Stratford y Shakespeare
613. Forget me not
614. Natación sincronizada y charla con Morfeo
615. Los desayunos sin beans
616. Las chocolatinas sin alergias
617. Las millas recorridas
618. Los regalos de Bene y Bego (Tirrrrmaaaaaaa)
619. Cocinar con un chef amateur
620. La tortilla de patatasssss y el jamón serrano (una comida decente en dos meses)
621. Las risas y las sonrisas compartidas
622. El Vauxhaul Corsa azul
623. Oxford y los colleges
624. La paciencia ante un día de "a qué huelen las nubes"
625. Las borracheras psicológicas sin que nos echaran del hotel
626. El parabrisas helado
627. Los enfados de un grupo de madrileños con Ryan Air (risas y más risas)
628. Decir adiós con una sonrisa
629. 629

05 noviembre 2007

Lo más vital

Aunque hay lecciones duras en la vida, siempre hay que tener un pensamiento alegre para poder seguir volando, así que este es mi pensamiento alegre: lo más vital para existir te llegará ;)

04 noviembre 2007

Tarde

Creo que llevo ya muchos meses engañándome. Quería convencerme de que ya no tenía sentido su sufrimiento, que tenía que acabar, que había sido un alivio, que era lo mejor, que no había necesidad de decir te quiero, que no había la necesidad de despedirse, que se acabarían algunos problemas, que era lo suficientemente fuerte como para superarlo y tratar de volver a la normalidad.
Engaño. Un gran engaño que he intentado tapar con trabajo, con viajes, con otras distracciones sin importancia. Pero ahora entiendo que no quería que acabase, que no ha sido ningún alivio, que no es lo mejor, que sí debería haber dicho te quiero aunque significase una despedida, que no soy tan fuerte y que ya no habrá nunca más una normalidad.
Y lo entiendo porque su pensamiento me asaltaba en cualquier momento, en cualquier sueño, en cualquier rincón; porque ya tenía que dejar de esconderme, porque llegaba el momento de afrontar la realidad. Pero ya no hay vuelta atrás ni lugar para el arrepentimiento. Es tarde para eso. Es muy tarde para sentir pena.
Es demasiado tarde.