31 diciembre 2006

Feliz año nuevo

A pesar de mi estado de ánimo, quiero regalaros a todos una cesta muy especial para que paséis un año magnifico y cargado de cosas buenas.

La cesta contiene:

Una botella de amor
Una tableta de amistad
Una caja de esperanza
Un paquete de salud
Y muchos corazones de esperanza.

¡Feliz año nuevo!

PD. Y por supuesto, la cesta lleva estas estupendas uvas de la suerte (qué buena pinta!, las compró mi abuela!)
PD1. Y quisiera dedicar esta cesta especialmente a dos personitas que siempre están por aquí y que son las más mejores del mundo mundial. Pily y 629, gracias!

Intensidad

Hoy me resulta un día súper intenso, cargado de emociones. Aunque parece que tengo un huracán revolviéndome los pensamientos, los sentimientos y los sentidos, he tenido una noticia súper especial y que me ha dado una cosa bonita por la que sonreir y emocionarme: una buena amiga, compañera durante años en la Facultad, con la que he vivido muchos y variados momentos, va a ser mamá. Me alegro mucho por ti, Silviuska, espero que tu bebé venga bien y pronto, porque me muero de ganas de daros un abrazo a los dos. Felicidades!

Más

Debo ser la persona MÁS horrible del mundo... estoy MÁS sola de lo que pensaba.

30 diciembre 2006

Mi cama

Cuando era pequeña, me gustaba meterme debajo de las sábanas y ponerme al revés, es decir, la cabeza donde los pies. Una vez empecé a bajar y a bajar y no enconraba el final. Anduve a rastras con la sábana ceñida a mi cuerpo más de una hora, menos mal que tenía mi linterna. Cuando ví que no llegaba al final, volví para atrás y cuando llevaba un buen rato arrastrándome y no encontraba la salida, llamé a mi madre angustiada y empecé a llorar. Mi madre no venía. Seguí llorando y llamándola cada vez con más miedo. Por fin llegué a la cabecera y pude salir a respirar aire fresco. De repente llegó mi madre:
- ¿Qué te pasa, hija?
- Mamá, es que no venías.
- Ya, mi amor, pero es que no encontraba la salida para bajar de mi cama.

Malditas ganas

Hoy me levanté cansada, triste, abatida. No sé por qué, pero me siento mal, estoy enfadada conmigo, con el mundo y con el espacio exterior. Se me han quitado las (pocas) ganas de salir en nochevieja; de aguantar a mis supuestos amigos durante esa noche porque a estas alturas aun no hemos decidido qué hacer, no hemos organizado el tradicional amigo invisible ni me han llamado ni una sola vez en un mes; se me han quitado las ganas de ponerme el vestido que me compré la semana pasada (de hecho, lo he devuelto hoy y le he comprado un regalo a mi madre con el dinero); se me han quitado las ganas de cortarme este maldito flequillo que no me deja ver por un ojo y hasta se me han quitado las ganas de comer.
Solo tengo ganas de llorar.
Y me enfado y me aguanto las ganas para no dar explicaciones (¿de qué?)

Malditas ganas...

29 diciembre 2006

Cuando te dije adiós


En la blanca sonrisa de una onda
camina el adiós de espuma
que cualquier día te dije yo...
Mira con tus ojos cansados
todas las playas de ese meridiano
donde quizás fue a parar lentamente.
Yo sé que tendrás que encontrarlo
en el murmullo del mar
o entre las sombras de las lanchas
en la arena.
También pudiera ser que en alguna concha
olvidada
o en la estela imborrable de tu ausencia...
yo sé que tendrás que encontrarlo.
15/02/2000

Pirateria?


Esta noche, mientras veía tranquilamente la televisión (lo que tienen las vacaciones, que se VE la televisión), reparé en un anuncio que ya había pasado antes por delante de mis ojos y oídos sin que llegase realmente a verlo y a escucharlo. Decía algo así como: no robes las ideas de otros, con esto solo impides que se desarrollen nuevas ideas. Dí no a la piratería. En definitiva, la misma lucha de siempre: no te descargues música de internet, no compres pelis piratas, no fotocopies libros.
A mí todo eso me parece estupendo, pero no creo que nadie que piratee (o al menos la gran mayoría, luego están los ratas que por ahorrarse un duro matan un burro a pellizcones, pero esos son otro cantar) lo haga por gusto, sino por que no tiene más remedio. Y me hace gracia, porque no sé de dónde quieren que saquemos el dinero para pagar el alquiler/hipoteca de la casa (por las nubes), el coche que nos lleva a trabajar (porque nunca se encuentra el trabajo cerca de casa y a no ser que vivas en Madrid o ciudades similares y tengas ese bono tan estupendo y baratito para ir en un transporte público y eficiente, es imposible llegar al puesto de trabajo), su gasolina, la comida, la ropa y solo un poco de diversión mensual (unas tapas/café con los amigos una vez por semana, para de contar) y que además compremos libros/CDs/DVDs con los sueldos tan míseros que recibimos, al menos, los jóvenes de hoy (900 euros con suerte). Y eso si eres de los afortunados que tienen un trabajo, que tal y como está la cosa...
A mí, la verdad, no me hace ni pizca de gracia tener que estudiar con libros que son fotocopias, pero si no tengo trabajo, no me dan ninguna beca y vivo en casa de mis padres creándoles el gasto de 50 euros al mes solo de transporte (en un autobus sucio y maloliente, que siempre llegar tarde, que tarda 40 minutos en llegar a su destino y que, además de eso, me hace caminar todos los días casi 1 hora para llegar a la parada y de la parada a mi destino final), más el dinero de la matrícula, más el dinero de material, más el dinero de comidas que tengo que hacer allí, pues no me da la gana de pedirles 200 euros más en libros, si los puedo conseguir por 30. Idem con la música: bastante tienen ya con alimentarme y darme la posibilidad de, con 25 tacos, seguir formándome (qué otra cosa si no encuentro trabajo?), como para encima pedirles caprichitos.
Y es que me toca las narices que me digan que no haga una cosa, cuando no la quiero hacer y encima me veo obligada a ello.
¿No a la piratería? Mejor no al abuso que hacen de nosotros (y de otros).

27 diciembre 2006

El misterio de los calcetines


Hace dos semanas fui al mercadillo que ponen todas las semanas por aquí. En realidad no me hacía falta nada, pero soy así de consumista (y pa que negarlo, me encanta ir a darme un paseo por allí con todo el bullicio de gente) fui por ver si me gustaba algo. Estuve un rato dando vueltas y me compré una bufanda, que hace mucho frío, unos pendientes un poco hippies, una rebeca y 6 pares de calcetines de medias de esos con dibujitos geométricos para ponerme con unos zapatos tipo sabrina que me compré hace tiempo (es que solo tenía unos calcetines de esos bonitos y quería combinarlos con más!). Compré 6 pares para darle 3 a mi madre (que también tiene unas sabrinitas de esas y no se las pone nunca porque dice que no tiene calcetines) y 3 para mi, pa presumir ;)
Pues bien, hace unos días me puse un par de los que le di a mi madre (porque siempre me gusta más lo de los demás, aun cuando escojo las cosas yo misma!) y cuando regresé a casa, dejé los calcetines dentro de los zapatos para lavarlos al día siguiente a mano (que en la lavadora se rompen). Al día siguiente, cuando fuí a lavarlos, solo encontré uno dentro del zapato. No entendía por qué solo había uno si estaba totalmente segura de que había puesto los dos allí, pero pensé que quizá estaría por otro lado. Busqué y busqué el otro par del calcetín y no lo encontraba por ningún sitio, me atreví a acusar a mi hermana de haberlos usado... de todo! Pero no daba con el dichoso calcetín. Por la tarde-noche, salí de casa y ví algo que parecía un trapo en el zaguán de casa (qué gente más guarra, cómo tiran esas cosas allí) y me fuí tan pancha. A la mañana siguiente mi madre me dijo que había visto en la puerta de casa un calcetín igual que uno de los que le había comprado: "Qué casualidad, verdad, Bea?". "Pues yo me los puse y se me ha perdido uno, no lo encuentro, pero ese no puede ser que yo lo dejé dentro de mis zapatos". "Ah, sí? Pues mira a ver si no es el nuestro!". Bajé a la calle a mirar y... era el calcetín! (Lo sé porque le hice una marra en el elástico de arriba). Me resultó súper extraño que apareciera allí, pero más raro aun que nadie, ni siquiera la chica de la limpieza, lo hubiera tirado... En fin, pensé que quizá se habría enganchado en algún bolso o algo y que se habría caído allí al salir de casa, pero al par de días de esto, me puse uno de los pares que me quedé yo y, cuando me los quité para lavarlos, los puse a conciencia en la bañera donde tenemos la ropa para lavar, para que no se me perdiese otra vez ninguno de ellos. Al ir a lavarlos a mano, de nuevo la misma historia: solo aparecía uno. Rebusqué en la canasta de la ropa, en la ropa que se había lavado en la lavadora y nada. Al día siguiente me lo encontré en el parterre que hay justo en la puerta de casa... ¿cómo puede ser?
Pensaba que mis hermanas me estaban gastando una broma, pero me ha vuelto a pasar hoy con otro par y mis hermanas no han estado en casa. Esta vez me lo encontré junto al aparcamiento de mi coche (siempre tenemos el mismo sitio en la calle) y aun le estoy dando vueltas a la cabeza. ¿Por qué siempre aparece uno de los pares de mis calcetines nuevos en la calle?
Tendré que llamar a Mulder y Scally para que lo investiguen!

23 diciembre 2006

El gordo que no me gusta


Hay gordos, como el de la loteria de navidad o la primitiva, que me gustan mucho, pero hay uno en concreto que está levantando mi antipatía: se trata de Papá Noel.
Yo no tengo nada en contra de que este señor sea el encargado de llevarles los regalos a los niños Holandeses, Suecos, Finlandeses, Americanos, etc. (es más, me alegra que se acuerde de todos ellos y que forme parte de su tradición) y hasta hace unos años me caía muy bien, pero de tanto verlo en los centros comerciales, colgado de las ventanas, terrazas y puertas... se me ha atragantado un poco.
Y es que ¿quién es él para quitarle el puesto a nuestros queridos Reyes Magos? ¿Dónde están ellos representados como símbolos de nuestra navidad? No creo que a Gaspar, Melchor y Baltasar les haga mucha gracia que sólo nos acordemos de ellos después de Nochebuena y Fin de Año para pedirles regalos y me parece a mí que deberían tomar represalías (pero como son tan buenos, seguro que se portan bien).
En fin, que no, que me niego, que yo no quiero ver más Papás Noeles colgados de la ventanas de mis vecinos, ni en los centros comerciales, ni en la publicidad. Yo quiero ver a los tres Reyes Magos con los camellos aparcados en la ventana, bebiéndose la leche y comiéndose las galletas que les dejas, y poniéndo los regalos debajo del arbol o el Belén.
Ole por los tres Reyes Magos!!!!

La suerte se olvidó de mi


La suerte no se acordó de mi en el sorteo de navidad de este año... para no variar! Felicidades a los que hayan conseguido un pellizquito o pellizcazo. Que lo disfruteis mucho!
Y los demás... a seguir soñando!

Mi isla

Anoche te soñé
con tu sonrisa volcánica
y tus cabellos de sal.
Desde una nube
veía tus ojos brillando al despertar
y tu piel yerma
descansando en la ladera del mar.
Anoche soñé tu brisa,
tus curvas, tu calor.
Anoche te soñé
mi isla triste.
Anoche te soñé
mi isla feliz

17 diciembre 2006

Propósitos


Sé que hay personas que piensan que los propósitos de año nuevo son una chorrada, que simplemente son cosas que nos decimos que haremos durante el nuevo año y que nunca cumplimos. Eso es cierto en muchas ocasiones, porque la mayoría de las veces nos ponemos metas que son muy difíciles de conseguir y que hacen referencia, sobre todo, al terreno material.
Un año especialmente malo que pasé, decidí hacer unos propósitos realistas que quería cumplir, propósitos que me ayudaran a reafirmarme y a sentirme mejor conmigo misma. Los escribí en mi agenda y casi todos los días les echaba un vistazo. Conseguí cumplirlos todos y ese año fue uno de los mejores de mi vida (aunque todo se puede mejorar). El año pasado y el anterior no hice ninguna lista por motivos de enfermedad y por ciertos problemas que me rodeaban, y ha resultado que estos años no han sido muy buenos. Así que, a falta de pocos días para terminar el año, me he sentado y he elaborado mi lista para este año. Espero cargarme de ganas, fuerza y energía oara tener un buen año!

1. Disfrutar más de mi familia y de mis amigos de verdad.
2. No dejar que lo malo del pasado vuelva e interfiera en mi presente. Lo pasado, atrás se queda.
3. Ser más positiva.
4. Darle más besos a la gente que quiero (tengo que ser más cariñosa!)
5. Ser más positiva.
6. Valorarme más a mi misma y no dejar que me frene lo que piensen los demás.
7. CUIDARME MÁS
8. Mejorar mi capacidad de organización
9. Sonreir, al menos, tres veces al día
10. Darles una oportunidad a los nuevos amigos que estoy haciendo para que entren en mi vida.
11. No perder nunca de vista mis metas.
12. Luchar por mis sueños.
13. Hacer más el amor! xD

De momento, esto es todo lo que quiero cumplir durante este año. Me gusta que sean 13 propósitos, porque no soy nada supersticiosa ;) pero seguramente se me ocurrirán algunos más de aquí al 31.

14 diciembre 2006

Llueven gatos!


Esta semana entre el catarro que me he pillado (que me ha cogido cariño y no se va) y el agobio de un montón de exámenes (he tenido 4 esta semana!) he estado un poco estresada. Hoy creo que ha sido el peor día de agobio de todos (ya os contaré por qué en el próximo post), y para colmo tengo el penúltimo examen mañana y aun no empecé a estudiar (bien lo llevo, eh?).
Después de comer estaba dándole vueltas a la cabeza al curso, a los malditos profesores y a qué me estudiaría esta tarde mientras almorzaba con mi familia (me hablaron un par de veces y no les hice mucho caso, la verdad!). En esas estaba cuando pensé que 30 minutos más o menos de estudio no serían mucha diferencia y decidí reclinarme en el sofá un rato para descansar mientras me tomaba el postre. Mientras me echaba para atrás para coger una postura cómoda, le iba diciendo a mi hermana "anda, petardita, traéme una naranjaaaaaaa...." y la "a" fue más larga porque me asusté al sentir que un pedazo de elemento caía sobre mí justo cuando apoyé la espalda en el sofá y la "a" se convirtió en un gritito de esos súper tontitos que me salen de vez en cuando. El bulto en cuestión era peludo y gris y salió disparado en cuanto rozó mi falda...
Resulta que mi querido gato suele estar tumbado en el respaldal del sofá cuando estamos todos allí (es que le gusta estar en medio de todo) y, como el respaldal es abatible, se mueve bastante cuando alguien se recuesta. Supongo que el gato estaría dormido y le pilló por sorpresa mi movimiento y no tuvo equilibrio.
Menudo susto me dio, pero todavía nos estamos riendo de lo absurdo de la situación, porque ahora resulta en que mi salón llueven gatos!

07 diciembre 2006

Justo a mí me tocó ser yo


Creo que soy la única persona en el planeta tierra que siempre, siempre, siempre que llegan más de dos días seguidos de fiesta se pone enferma (y siempre, siempre, siempre de la maldita garganta).
Creo que también debo ser de las pocas personas humanas a las que, en un día como hoy, en el que vaga por la casa cual fantasma, con una mantita sobre los hombros y una taza de lo que sea caliente con miel para intentar disminuir el tamaño de las amigdalas de pelotas de tenis a las de ping-pong, su hermana pequeña le empieza a decir gritando como una posesa por toda la casa que me ha visto con mi novio (¿dónde? ¡preséntamelo!), pero que no es el mismo de las fotos del ordenador con el que me estoy dando el lote (Maldita cotilla!)
¿Cómo le explico a mi hermana de 13 años que yo, su hermana mayor, la pija o la foca -según el día- tengo amigos con derecho a roce sin que lo tome como ejemplo? Y ¿cómo le explico yo a mi madre que no tengo novio, que el chico que dice mi hermana es un compañero de clase y que no existen esas fotos del ordenador porque yo, su niñita, no tengo sexo "nunca"? xD Siempre me queda la táctica de "oye, canija -mi hermana- como se llamaba tu novio, jorge? xD"
Creo que también soy de las pocas profesoras particulares a las que se le olvida que tiene una clase... menos mal que mi alumna es una persona comprensiva y sabe que puede haber caravana desde donde estaba (en medio del puente, la profe hace planes y no iba a estar yo en casa antes de su clase...) hasta su casa.
Como diría Grouch: justo a mi me tocó ser yo... (y qué cómica resulta a veces mi vida!)
Saludos febriles desde mi mantita

02 diciembre 2006

Ha resucitado!

¡Sí! ¡Mi coche ha vuelto del más allá! ¡Está vivo! Gracias, tio, nos lo has traído de vuelta: ¡eres nuestro Dios!

No es el de la foto, claro está, este fue el que me regaló una amiga cuando me saqué el carné (con su L incluída, qué gracia...), pero esta foto me viene muy bien para decir que: vuelvo a estar motorizada, temblad, peatones, temblad!

01 diciembre 2006

El viejo y el mar

"Ahora no es momento de pensar en lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que hay"
Ernest Hemingway
El viejo y el mar